domingo, 29 de marzo de 2015

RÓMPASE EN CASO DE ANSIEDAD

Espero que las siguiente frases os ayuden en los momentos más complicados. No son para repetirlas, sino para sentirlas y experimentarlas. Entiendo que muchas de ellas no sean fáciles al principio, pero ten la intención de ir cultivando la actitud interior que encierran.
- Respiro y me traigo al presente, sin forzar nada en ningún momento.
- Lo que siento es inofensivo.
- Lo que pienso no es un hecho, es sólo un pensamiento.
- El hecho de que yo piense una cosa, no quiere decir que sea cierto.
- Estos pensamientos sólo están alimentados por la imaginación. En realidad, física y mentalmente, estoy seguro.
- Este sentirme mal, es sólo debido a que le estoy haciendo caso a un pensamiento falso.
- Lo que siento es miedo irreal, por lo tanto no hay nada a lo que temer. Realmente estoy seguro.
- El miedo es sólo el “parlamento interior” que tengo.

Así que...

- Dejo de contestarle a mi mente.
- Dejo de contestarle a las sensaciones.
- Dejo de contestarle al miedo.
- Suelto toda resistencia. Toda tendencia a contestarle a este momento.
- Me dejo en paz.
- Acepto radicalmente instante tras instante.
- Elijo paz ante este sentir. 

viernes, 27 de marzo de 2015

¿ QUÉ ME QUIERE DECIR LA ANSIEDAD ?

Saber qué nos quiere decir la ansiedad, es uno de los procesos más enriquecedores que la persona puede realizar. Confieso que no es fácil descubrirlo, requiere un gran trabajo de auto-observación y sobre todo una gran dosis de honestidad hacia uno mismo. Aunar todo eso me llevó bastante tiempo. Es por ello que desde ya, te digo que no te agobies en encontrar respuestas, todos hemos de pasar por nuestros propios procesos.
Cada cual ha de descubrir su propio mensaje, es algo tan íntimo que no muchas personas podrán decirte cuál es. Se trata más bien de un descubrimiento, no tanto racional, sino también instintivo y emocional.
Son muchas las personas que me han pedido que escriba sobre este tema. Así que ahí van una serie de pistas que pueden ayudar a descubrir ese mensaje.
Como decía, la auto-observación es vital. ¿Pero observar qué? AQUELLAS ACTITUDES EN LAS QUE ENCUENTRAS PAZ. Obsérvate en tu día a día sin juzgarte, y date cuenta de cuáles son las actitudes que adoptas ante las distintas situaciones y hacia ti mismo. Una vez hecho, mira a ver en cuáles de ellas descubres que has encontrado calma y serenidad.
¿A qué actitudes hemos de estar especialmente atentos? Responder esta pregunta me lleva irremediablemente a las actitudes del Mindfulness:
- Mente de principiante
- No juzgar
- Paciencia
- Confianza
- Aceptación
- No forzar
- Soltar
Observa cómo cada vez que has adoptado alguna de esas actitudes has encontrado paz. Precisamente aquella que anhelas. Así que se trata de ir siguiéndole la pista a la paz en tu interior. Estar atentos a ella, qué actitud has adoptado justo antes de sentirla. De esa manera, a través de una auto-observación exenta de juicios y reproches, es como puedes ir aprendiendo de ti mismo. Ya no es que alguien te diga qué has de hacer, sino que es tu propia experiencia la que te va enseñando. A partir de ahí, es cuestión de ir repitiendo una y otra vez esas actitudes que has auto-descubierto, de ir recordándote en ellas. En el fondo se trata de un elegir paz hacia uno mismo y hacia lo que te rodea. Todo ello requiere un proceso que es simple pero no fácil. Cuando sintamos esto último, es el momento de aplicar esas mismas actitudes al propio proceso de ir cultivándolas (paciencia, aceptación, confianza,...).
Puede que al hacer esta práctica de ir siguiéndole la pista a tu paz, sientas que te resulta muy difícil porque tienes la percepción de que no tienes un minuto de paz. Si es ese tu caso, es cuestión de ir afinando. Como buscar manualmente una emisora de radio, pues siempre hay situaciones y personas en las que confiamos, aceptamos, soltamos, no juzgamos,... Es un ir detectando esas actitudes y observar cómo nos sentimos.
Confieso que la primera vez que me topé con ese listado, una de las primeras cosas que descubrí, es que reunía muchas de las actitudes que tuve que cultivar para salir de la ansiedad. Como si alguien hubiese hecho un compendio que resumía el trabajo que tuve hacer interiormente. Espero de corazón que esta experiencia te ayuden de la misma manera que me ayudó.
 

sábado, 7 de marzo de 2015

¿ DE QUÉ TE PROTEGEN TUS MIEDOS ?

- Quizás te protegen de cómo te sientes cuando los demás no te aceptan.
- Quizás te protegen de cómo te sientes cuando no alcanzas el éxito. Aquello sin lo cual piensas que no puedes ser feliz.
- Quizás del sentir que te produce que las situaciones escapan a tu control.
- Quizás trata de protegerte del propio miedo (miedo al miedo).
- ...
A cada persona el miedo le protege de algo. Esos cuatro ejemplos son sólo algunos de los más comunes. Hay tantos como personas. Es importante saber de qué nos protegen nuestros miedos dado que de esa manera, nos damos cuenta de que el miedo no es el problema, es la consecuencia. Y a partir de ahí es cuando podemos evolucionar comprendiendo que (por ejemplo):
- No somos la opinión de los demás.
- No es necesario alcanzar algo para ser feliz.
- No debemos asustarnos de tener miedo.
Pero hay algo común en todos esos ejemplos: NOS DA MIEDO SENTIR algo negativo (sea lo que sea). Y es que nadie se ha sentado con nosotros a enseñarnos qué hacer con nuestras experiencias internas. Qué hacer con nuestros pensamientos, sentimientos y emociones. Así que no te juzgues por hacerte un lío en muchas ocasiones, es normal. Como todos... sólo estás aprendiendo, sobre la marcha, la mejor manera de ser feliz.
Sentir no es malo, simplemente forma parte de nuestra naturaleza humana al igual que lo son nuestros pensamientos. Muchas veces como no sabemos qué hacer con los sentimientos, nuestra primera reacción es huir de ellos. Justo ahí es cuando empezamos a liarlo todo. Ocultamos, reprimimos, rechazamos, luchamos con aquello que percibimos en nuestro interior. En definitiva, entramos en guerra con nosotros mismos.
Imagínate por un momento que no tuvieses miedo a lo que sientes ¿Cómo te sentirías?
Aceptar, acoger, recibir, admitir, reconocer, dándoles el espacio que ocupan... es el primer paso y el más importante para hacer realidad lo que acabas de imaginar.
Sea lo que sea... siéntelo.
Permite tu sentir y no tendrás que protegerte de él.