lunes, 28 de enero de 2013

BUSCAR LA APROBACIÓN DE LOS DEMÁS, ES UNA GRAN FUENTE DE ANSIEDAD.

Cuando se busca la aprobación, estas dando a los demás el poder de hacerte feliz o desdichado.  Si te aceptan eres feliz, si te rechazan eres desgraciado.  Es como si apretaran un botón mediante el cual controlan tu estado de ánimo.  Cuando se busca la aprobación, se vive para alcanzar éxitos y victorias en todas las facetas de la vida, por eso se sufre tanto cuando no se logra.   Es posible que, con un gran gasto de energía, se gane un mundo de aplausos, pero se pierde la vida.  La vida es algo que va pasando mientras se está ocupado buscando la aceptación de los demás. 
La vida es demasiado importante para ser desperdiciada buscando ser aceptado,... o sufriendo por haber sido rechazado por los demás.  El verdadero ser de la persona, es demasiado valioso para ser desperdiciado.  ¿Utilizarías un valioso cuadro para prender un fuego?
¿Eres realmente consciente de todos los esfuerzos que realizas para vivir según las expectativas de los demás? ¿Qué vida estas viviendo? ¿la tuya o la que los demás esperan de ti?

En ocasiones, nos sentimos ofendidos por los demás. Pero en realidad, nadie tiene la capacidad de ofenderte.  Lo que te ofende es que los demás no piensen de ti lo que tú quisieres, el dolor aparece cuando le das importancia al concepto que los demás tienen de ti.  Y tú no eres el concepto de nadie. 

domingo, 27 de enero de 2013

LA ANSIEDAD NO ES UNA BATALLA CONTRA MI MISMO.

Cuando descubrí que para superar la ansiedad, NO tenía que entablar una batalla contra mí mismo... me tranquilicé mucho.  No se trata de enfrentarte a ella.  Luchar contra la ansiedad sólo genera más tensión y frustración, hacer eso era como cavar para tratar de salir del pozo.
Las taquicardias, mareos,... etc, son sólo síntomas de que algo en tí mismo no lo estas llevando bien.  Eso te genera una gran tensión interior y el cuerpo lo exterioriza mediante los síntomas.  Luchar contra los síntomas de la ansiedad es como tomar sólo paracetamol para la fiebre y no tomar el antibiótico que ha de eliminar el "virus" que la provoca.
Por lo tanto, el foco de nuestra atención NO ha de centrarse en lo mal que nos sentimos, sino en qué está provocando los síntomas.  La respuesta a ésa pregunta sólo tú puedes contestarla.  Ir al origen.
Todos, somos más o menos conscientes de qué nos hace sufrir.  Quizás sea que le damos demasiada importancia a lo que los demás piensan de nosotros,... o que en el fondo queremos tenerlo todo controlado,... o no sabemos enfrentarnos a las situaciones no salen como hubiésemos deseado,... no sé... cada cual tiene su propia razón o combinación de razones.  Cada cual ha de descubrir la suya o suyas propias.  Centrarme en éso, y no en los síntomas, me ayudó muchísimo.
No escuches los síntomas, escúchate a tí mismo.  Escúchate como lo harías a un buen amigo, a tu mejor amigo.  A tí mismo.  Sé comprensivo, paciente y cálido contigo mismo.

sábado, 26 de enero de 2013

La superé.

Sé lo que es pasar por la gran mayoría de los síntomas de ansiedad.  Estuve varios años sufriendo taquicardias, mareos, ahogos, tensión muscular, presión en el pecho,... y hasta estuve casi un año sin salir de casa por agorafobia.  Mi vida se detuvo.  Pero todo empezó a cambiar cuando descubrí que la "cura" no estaba en la medicación (la cual ayuda y no hay que dejarla sin consultar a un médico), ni en luchar contra la ansiedad.  La salida del túnel la encontré cuando descubrí, que la ansiedad no era el problema.  La ansiedad era el síntoma.  ¿Síntoma de qué?.  De que tenía un montón de creencias erróneas, de apegos absurdos y le daba importancia a cosas que realmente no las tiene.  Cuando me deshice de todo ello, la ansiedad desapareció. De aquello hace ya 8 ò 9 años, y desde entonces no he vuelto a tener ansiedad.

Con este Blog no pretendo enseñar la fórmula mágica para superar la ansiedad.  Un buen psicólogo/a os ayudará a ello.  Lo que pretendo es mostrar todo aquello que a mí me sirvió en un momento dado, por si a alguien le pudiese ser de utilidad.